Ya he escrito en infinidad de veces lo mucho que amo escribir. Y más que todo, me gusta escribir de lo que me apasiona. Pero hoy es diferente y no me puedo quedar callada.
Con el corazón en la mano hecho pasa escribo esta entrada. No quise ni ver los videos ni imágenes de Tyson, el pobre perrito que murió a manos de unos seres, que difícilmente se les puede llamar humanos, al atarlo y arrastrarlo hasta su muerte en Paraguay.
Tyson era como cualquier otra mascota, su pecado fue reaccionar instintivamente y herir por accidente a la nieta de su ignorante dueña. Acabo de firmar la petición en www.change.org para que castiguen a estas asesinas de animales, que lo mataron sin piedad.
Entiendo a quien decide que un animal que muerde representa un peligro, aunque la persona no se haya puesto a ver qué le llevó al perro a cometer este acto instintivo. Hay casos en que los perros pierden el olfato, son maltratados, o en ocasiones son forzados a realizar algo en su contra, ya sea pelea callejera o atacar a otras personas sin el debido entrenamiento.
Esta semana fue Tyson, pero no es ni el primero, ni el último perro que corre con esta mala suerte.
En días pasados, aquí en nuestro país, el presentador Luis Casis reportó el caso de un perro quemado en un patio, cuyos vecinos denunciaron al reportero ciudadano.
Casis se ha convertido en un súper heroe, ya que ha puesto sobre aviso a las autoridades sobre varios animales que han sufrido de maltrato en la región. Lamentablemente, esto no solo sucede en Panamá ni en Paraguay, sino en el mundo entero.
Cuando estaba en la escuela, crecí escuchando historias de compañeros que le prendían cohetes a los pollitos o correteaban perros para atropellarlos o rasuraban a los gatos.
Sé que los niños son traviesos... pero imagínense un niño de 15 años que comete estos actos tan crueles, ¡qué se puede esperar cuando tengan 30 años! ¿Un hombre que le pega a su esposa hasta la inconsciencia o que le pegue a sus hijos? ¿Una masacre en una iglesia?
Es entendido que una persona que tenga una mente criminal, comienza con el maltrato a los animales, bulling a sus compañeros del colegio y poco a poco descarga su furia hacia los humanos. Esto lo he leído en artículos de psicología infantil.
La ley en Panamá
Todo esto sucede, justo cuando en Panamá la diputada Katleen Levy, (a quien le escribí para que me diera una entrevista, pero no me contestó) llevó a la asamblea el pasado 10 de enero, una modificación al proyecto de ley 70 para endurecer las sanciones vigentes hacia a los maltratadores de animales domésticos en Panamá con cárcel, que fue aprobada el pasado 31 de octubre.
Entre las asociaciones, fundaciones y medios que estuvieron abogando por esta ley están la Defensoría del Pueblo, Asociación Amantes de los Animales, Pets World Magazine, Asociación de Médicos Veterinarios, Spay Azuero, Ángeles de los Animales, Patas y Pies Multimedios, la Fundación San Francisco de Asís y Rescatistas Independientes. Mis respetos para tod@s.
La ley 70 en un principio, había sido aprobada en octubre de 2012, con el objetivo de prevenir, erradicar y sancionar el maltrato, el abandono y los actos de crueldad contra los animales domésticos. Sin embargo las sanciones no eran tan enérgicas, y los maltratos continuaban.
Ahora, "quien, mediante actos de crueldad, cause la muerte o lesione gravemente a un animal usado como mascota será sancionado con prisión de dieciocho a veinticuatro meses o su equivalente en días-multa o arresto de fines de semana". Además hay sanciones desde los 500 dólares para quienes dañen a un animal.
Definitivamente es una excelente noticia para nuestra sociedad, en nosotros está realiza las denuncias ante la Policía Nacional y las autoridades pertinentes, con pruebas y demás. No solo ser denunciantes virtuales, sino involucrarnos y dar la cara.
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