miércoles, 9 de enero de 2019

'Dos princesas que me cambiaron la vida'

Texto: Thalia Morales


Cleo y Kala son las compañeras inseparables de Alexandra Shigeta. Cada una con su propia personalidad, pero un lazo muy fuerte las une. Todo comenzó con la misión de voluntariado, que Alexandra realizó a través de redes sociales. De hecho, fue hogar temporal en algunas ocasiones.



Un día fue a un partido de baloncesto en la provincia de Colón y rescató a cuatro cachorras abandonadas en un colegio. Estaban con un grado de maltrato físico evidente, como golpes y marcas de cigarrillo y corrían peligro de morir ahogadas. 

Cada una presentaba diversos cuadros de desnutrición, parásitos, erliquia, entre otras afecciones que la tuvieron durante varios días proporcionándole los cuidados y tratamientos necesarios para sacarlas adelante. 

Una vez curadas fueron esterilizadas por Spay Panamá y las cuatro estaban listas para encontrar sus nuevos hogares. 



Sin embargo, el destino les tenía otra jugada. Dos fueron adoptadas exitosamente por familias amorosas, pero Cleo y Kala eran muy unidas, por lo que Alexandra solo las entregaría para adopción conjunta. "Pero me encariñé mucho con ellas y no las pude dar", cuenta.

Una nueva aventura

A medida de que las perritas crecían, se volvían más dañinas y su comportamiento empeoraba. 

"A pesar de que siempre he tenido perros, nunca había visto un mal comportamiento.  No era normal, yo salía con ellas, desde pequeñas intentaban morder a la gente, no eran sociables por lo que contraté a un entrenador en Agilcan, tenía que corregirlas, ya que yo misma las estaba educando mal. Les enseñó muchas cosas, desde lo más sencillo hasta lo más avanzado", explica Alexandra.

Las dos perritas asistieron a los cursos, en donde aprendieron comandos que le cambiaron la vida tanto a ellas, como a su dueña y mejoraron su comportamiento notablemente.

Nace una estrella

Hace unos meses, el entrenador de las perritas llamó a Alexandra para solicitarle si Cleo podía participar en un casting para un comercial y le dijo que sí. Estaban buscando un perro criollo, pero que fuera educado y Cleo siempre fue más obediente, frente a los comandos. A Kala le costaba más y había que repetirlos mucho.


"Ellas fueron abusadas físicamente por mucho tiempo a su corta edad, por lo cual se irritan muy fácil cuando oyen gritos, no pueden ver un palo de escoba, o recogedor, aun con todo el amor que les doy, todavía se asustan, ha sido un poco difícil y Cleo es más susceptible a estos. Así que si en el comercial, que era una fiesta iba a haber música, no creí que Cleo lo pudiera hacer y preferí que lo hiciera Kala", afirma.



Así que Kala tomó otro entrenamiento, para repasar entrenamientos básicos para mantener las posiciones por tiempos más prolongados. Luego el entrenador le dijo que no era un comercial, sino un rodaje para la tercera temporada de La Casa de Papel de Netflixpero no le podían dar detalles, porque habían acuerdos de confidencialidad.



Una vez llegado el tiempo, hace unas semanas atrás comenzó el rodaje el Casco Antiguo, en el cual la protagonista tenía una interacción con los perros panameños del área. Fueron dos días de rodaje, y su maquillaje consistía en tener un look callejero y el vestuario era una soga en el cuello, para darle el efecto deseado por la producción. así que las ensuciaron, n collar eso era como el maquillaje.

Gran conexión

Alexandra no ve su vida ahora sin sus dos compañeras. "Ellas son mis princesas y em cambiaron la vida". 




Durante el rodaje, Cleo sufrió la ausencia de su hermana. "Ellas tienen una conexión muy fuerte, y no duermen separadas. Kala no sufrió, porque estaba expuesta a cosas nuevas y entretenida Cleo lloraba mucho, porque extrañaba a su hermana".

Aunque tienen personalidades diferentes, son súper unidas y hasta cazan juntas. Pasean religiosamente todos los días en la mañana y en la tarde.